A los Inocentes los Mató Herodes

“Sospechosismo” 189-C

Por Octavio RODRÍGUEZ FIGUEROA

CHOLULA.- El asunto de la pandemia, se ha vuelto un verdadero revoltijo, gracias al exceso de información tanto del gobierno, como de los medios de comunicación y los analistas que intervienen, con tendencias de politizar y criticar de mala leche las acciones de gobierno. No se transmite la información objetivamente, sino que ya lleva cola, de acuerdo al criterio de cada uno de la infinidad de comunicadores, sobre todo de las T. V. Todo revuelven, orientan y desorientan, informan y desinforman, y eso lo vuelven un aquelarre de la noticia.

Está bien que hay libertad de expresión, pero también en esta actividad se debe aplicar una dosis de ética profesional, ya que se trata de la salud de la población en general. Y eso, no es cuestión de juego o broma. El caso es muy grave, como para que se juegue con el tema y se emitan opiniones a la ligera, que es lo que hacen quienes siempre se han creído los sabelotodo de la comunicación.

Bien Predica de Ayunar, Quien Acaba de Desayunar

Deberían normarse casos graves como el actual, sobre la falsedad de información, ya que desorientan a la sociedad y ocasionan graves consecuencias. Una cosa es la libertad de información verídica y otra la falsa, que muchas veces lleva un fondo maligno. Igual el comercio oportunista que aprovecha situaciones y especula con artículos necesarios para el caso. (Si Zapata viviera, ya los habría fusilado).

La venta de remedios caseros, que por lo regular es falsa, que retrasa el tratamiento oportuno de las enfermedades y agrava la situación de los enfermos, que en muchas ocasiones ya no las pueden revertir los mejores médicos, por la tardanza de atención; eso es hasta criminal. Por ganarse unas cuantos pesos, arriesgan la vida de las personas. Y hay casos tan graves, como las de Duarte, ex Gobernador de Veracruz, quien por cierto podría salir en libertad.