¡Acapulco es paraíso desierto!

* Las playas más visitadas, ahora lucen solas * Este emblemático puerto, al igual que Cancún, Vallarta, Los Cabos y otros, permanece vacío, en un impasse sin precedentes

ACAPULCO.- Acapulco se aletarga en un silencio intermitente sobre la costera Miguel Alemán.

Viernes, sábado y domingo. No hay turistas. Sobre la franja de arena, en playa El Morro, un grupo de lancheros juega futbol.

“Nadie quiere venir. ¡¿De qué vamos a vivir?!”, lanza María, una vendedora que camina con una charola de pescadillas al hombro en playa Hornos.

Mientras tanto, soldados colocan cordones y letreros de playas cerradas en los accesos.

¡No salgan de casa! ¡Lávense las manos!”, se escucha en el megáfono de un camión militar, ante la mirada de restauranteros que resisten al calor de un sol vehemente.

La ausencia del bullicio hace que el canto de las gaviotas y el oleaje generen un eco que resuena desde playa Icacos hasta Caleta-Caletilla, en la zona Dorada.

El sábado, oficialmente la actividad turística paró, justo al inicio de la Semana Santa; no fue un sábado común; hubo silencio y ausencia.

Las expectativas de ocupación hotelera —que rondaban 90 por ciento en dos semanas—, según datos de las autoridades de Turismo, son ahora una anécdota. La derrama económica se plasma en números en rojo. Es un hecho sin precedentes desde que Acapulco es uno de los destinos de playa preferidos desde hace varias décadas.

Las playas son un oasis, aunque un puñado de paseantes extraviados se aferra a ellas y, por consecuencia, agentes de las fuerzas de seguridad llaman a retirarse.

Ni olor a pescado a la talla, ni a ceviche, ni a caldo de camarones. Los aromas son un recuerdo en el imaginario colectivo del paseante.

A las 13:30 horas, vendedores ambulantes deciden cerrar la costera, a la altura del asta bandera, frente a playa Papagayo. Exigen a la alcaldesa Adela Román que atienda sus necesidades ante una inminente crisis económica.

La sana distancia es un chiste para el vendedor de aguas, para la de los tatuajes de henna, el que vende placa pero en realidad es alpaca; ellos quieren turismo, trabajo.

Cancún, Puerto Vallarta y Los Cabos también se sumaron al cierre de playas por la contingencia, medida que se replicó en otras de Quintana Roo, Jalisco y Baja California Sur, además de Colima, Nayarit, Tamaulipas y Sinaloa.

En Yucatán sólo se lanzó un exhorto a no utilizar actividades de ocio fuera de casa, por lo que se utilizaron helicópteros para pedir a las personas en lanchas y motos de agua regresar a sus hogares.