Doblan las Campanas 

Editorial 

Por Mario SALAMANCA RODRÍGUEZ 

Las campanas siguen doblando en el pueblo

Anuncian, el alma de un ser a partido

La esencia hoy, mañana, no lo contará

¡Vino la muerte” ¿Así fue conmigo?

Al día siguiente los hijos murmuraron

Diciendo: ¿Habéis visto la muerte?

Se ha acercado e día de tu muerte

Hoy duermes con tus padres en el panteón

Moriréis donde te encuentres ahora

Así como murió tu hermano en casa

Donde tú muriereis, moriré yo

Tu pueblo es mi pueblo y seré sepultado

Aflicciones y amarguras tengo yo

Tuve fines y poder, he vuelto

Ahora con las manos vacías

El todopoderoso: ¡Prueba a sus hijos!

Hay consternación de muerte en la ciudad

Heridos de muerte, grave la mortandad

Desdichados y príncipes, todos mueren

Ha pasado a nosotros ¿Hay aflicción?

Aflicciones desde el chico hasta el grande

Apenas hay un paso entre mí y la muerte

Lo que desearé tu alma, haré por ti

Si hay maldad en mí, mátame tú

Hijos distinguidos he ilustres de casa

La muerte a todos los mortales

Sacerdotes, príncipes, gobernantes y jefes

Con grandes provisiones y larga espada

Ha ocasionado la muerte de las personas

Dando aviso a parientes de los muertos

Yo he visto a os hijos del pueblo

Ninguna cosa buena sobre el asunto

Lo has hecho también con lanza, no está bien

Unos del pueblo han entado a matar

Miles de perversidades me rodearon

Tendiendo sobre mí, lanza a matar

El señor dice: nadie se libra de mi mano

Hiere al mortal, no lo cura y yo sano

Él hacer morir, él hace vivir

Ahora ved, enséñame a morir.