Editorial

 

Por Mario SALAMANCA RODRIGUEZ 

Profecía de Jesús 

CHOLULA.- La última cena con sus discípulos, la noche anterior a su muerte, Jesús apeló a su capacidad profética como prueba de su deidad desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy. S. Juan 13-19. Los discípulos entenderían que, al predecir Jesús al traidor, confirmaría que era verdaderamente el hijo de dios, en él se cumplieron no solo sus propias profecías sobre él mismo, también las profecías acerca de él, se habían hecho desde tiempos antiguos, Pablo apóstol dice: Nada de lo que los ojos pudieran o podrí infundir fe a nadie, esta solo; “viene como resultado de oír el mensaje que se oye es la palabra de Cristo”, Romanos 10-17. Jesús lo sabía establecido antes, cuando narró la historia de Lázaro y el rico; el Lázaro, respondió, entonces te ruego, padre, que mandes a Lázaro a la casa de mi padre, par que advierta a mis cinco hermanos y no vengan ellos también a este lugar de tormento; Abraham contestó, tienen a Moisés y a los profetas ¡que les hagan caso a ellos! No les harán caso, padre Abraham –replicó el rico- en cambio, si se les presentara uno de entre los muertos, entonces se arrepentirán, -Abraham les dijo- Si no les hacen caso a Moisés y a los profetas tampoco se convencerán, aunque alguien se levante de entre los muertos. Lucas 16-27-31.

La fe no proviene de ver milagros, señales o prodigios, sino por oír la palabra de Dios, pues ella y no los milagros la que tiene el poder de convertir a las almas perdidas y sostener la vida espiritual de los que han nacido de nuevo, no de simiente perecedera, sino de simiente imperecedera, mediante la palabra de dios, que vive y permanece. I. Pedro 1-23. Tiene poder para edificar y dar herencia entre todos os santificados, y ahora hermanos, os encomiendo a dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados. Hechos 20-32. Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salar vuestras almas. Santiago 1-21. El testimonio de Jesús es el espíritu que inspira la profecía Apocalipsis 19-10.

La destrucción de Jerusalén, (Profecía). De la higuera aprended la parábola; cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas sabéis que el verano está cerca. S. Marco 13-28. Pero sabe esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría y no dejaría minar su casa. S. mateo 24-43. Y dijo el señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa para que a tiempo les de su ración? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así, en verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes, más si aquel siervo dijere en su corazón; mi señor tarda en venir, y comenzaré a golpear a ls criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse, vendrá el señor de aquel siervo en día que este no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los infieles. S. Lucas 12-12 al 46. Entonces e reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que alumbrando sus lámparas, salieron a recibir al esposo, cinco d ellas eran prudentes y cinco insensatas las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite, más las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas, y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron, y a la media noche se oyó un clamor, ¡Aquí viene el esposo, salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas, y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite porque nuestras lámparas se apagan, más las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Mateo 25-1 al 12.

Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Más el respondiendo dijo: De cierto os digo que no os conozco. “Dios nos ama”.