Editorial Por Mario SALAMANCA RODRÍGUEZ Señales

CHOLULA.- Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de dios, de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría, él muda los tiempos y las edades, quita reyes y pone reyes, da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. Él revela a lo profundo y lo escondido, conoce lo que está en tinieblas, y con él mor la luz. A ti, oh dios de mis padres, te doy gracia y te alabo porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos, pues nos has dado a conocer el sueño del rey. Después de esto Daniel a Arioc, al cual el rey había puesto para matar a loso sabios de Babilonia, y le dijo así; No mates a los sabios de Babilonia; llévame a la presencia del rey, y yo le mostraré la interpretación. Entonces Arioc llevó prestamente a Daniel ante el rey, y le dijo así: He hallado un varón de los deportados de Judá, el cual dará al rey la interpretación. Respondió el rey y dijo a Daniel al cual llamaban Belsasar, ¿Podrás tú hacerme conocer el sueño que vi, y su interpretación? Daniel respondió delante del rey, diciendo: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos, ni adivinos lo pueden revelar al rey. Pero hay un dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer, en los postreros días. He aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tú cama.

 

 

Estando tú, oh rey, en tú cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de ser lo que habría de ser en lo provenir y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser, y a mí me ha sido revelado los misterios, no porque en mi haya más sabiduría que en todos los vivientes, sino para que se dé a conocer al rey la interpretación, y para que entiendas los pensamientos de tú corazón, tú, oh rey veías y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible, la cabeza de esta imagen era de oro fino, su pecho y sus brazos de plata, su vientre y sus muslos, de bronce, sus piernas de hierro a sus pies, en parte de hierro, cocido. Estaba mirando, hasta que una piedra cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tanos de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Más la piedra que hirió a la imagen fue hecha una gran monte que llenó toda la tierra. Este es el sueño; también la interpretación de él diremos en presencia de rey. Tú, oh rey, eres rey de reyes porque el dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad, y donde quiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha entregado a ti, en tú mano, y te ga dado el dominio sobre todo, tú eres aquella cabeza de oro, y después de ti se levantará oro reino inferior al tuyo, y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra. Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuzará y quebrantará todo, y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte, será un reino dividido; más habrá en él algo de la fuerza de hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido, se mezclarán por medio de alianzas humanas, pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro.

 

 

Y en los días de estos reyes el dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y construirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre, de la manera que viste que del monte fue cortada una  piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata, y el oro, el gran dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo que por venir; y el sueño es verdadero y fiel su interpretación. Entonces el rey Nabucodonosor, se postró sobre su rostro y se humilló ante Daniel y mandó que le oreciesen presentes e incienso.

 

 

El rey habló a Daniel, y dijo: Ciertamente el dios vuestro es dios de dioses, y señor de los reyes, y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio. Entonces el rey engrandeció a Daniel, y le dio mucho honore y grandes dones, y le hizo gobernador de toda la provincia de babilonia, y jefe supremo de todos los sabios de babilonia. Y Daniel solicitó del rey, y obtuvo que pusiera sobre los negocios de la provincia de Babilonia, a Sadrac, Mesac y Abed-nego; y Daniel estaba en la corte del rey.