“El Estado soy yo”

lema del absolutismo acuñado por el rey de Francia y navarra Luis XIV, del cual pretende ser Andrés Manuel López Obrador en México

Por: Jorge GÓMEZ CARRANCO

CHOLULA.- La historia nos menciona respecto de esta famosa frase “el Estado soy Yo” fue pronunciada por el rey Luis XIV al ver el desacuerdo que la corte en París tenía frente a la aprobación de los edictos presentados por el monarca. Esta frase indica lo absurdo que veía Luis XIV la discusión, ya que esperaba que todas sus propuestas fuesen aceptadas sin cuestionamientos e introdujo el período histórico donde surgió el nacimiento de la ilustración en el mismo período, debido a que albergaba todos los poderes en su persona, apoyado asimismo por el clero. La ilustración trajo para el siglo XVIII la ideología de la primicia de la razón y la idea del hombre como dueño de su destino histórico, que gracias a este movimiento creciente nace, como fase posterior el absolutismo ilustrado que transforma el lema “el estado soy yo” por el de “todo para el pueblo, pero sin el pueblo” que refleja la conciencia de los gobernantes como un padre protector de sus súbditos hijos sin sacrificar la autocracia o poder absoluto.

Pero por que les platico sobre la historia de Francia, es para que puedan comprender la importancia de conocer la historia y no volver a cometer los mismos errores del pasado, en el absolutismo y en el despotismo ilustrado, la nobleza fue despojada de su función pública y se convirtió en una aristocracia cortesana, esta contribuyó junto con la burocracia, la compleja diplomacia y el ejercito especializado, a la intensificación de las crisis demográficas (una alta mortalidad), a la crisis en la agricultura (existía una desigualdad), a una crisis de distribución de alimentos (dio paso a la hambruna). El aumento de conflictos sociales y políticos se incrementaron a diestra y siniestra, el creciente poder de la clase emergente mercantil llamada burguesía, desencadeno el periodo de las guerras civiles mismas que concluyeron en la revolución francesa, ahí se marco la edad contemporánea. Por ello que el ex presidente de México Felipe Calderón acertadamente hizo la siguiente mención en un twits “guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces / por sus frutos los conoceréis” era real, pues todos hemos visto como el se siente ungido por Dios, pues quiere controlar los tres poderes no le basta con el ejecutivo, quiere el legislativo y el judicial, sin contar que también es el jefe de las fuerzas armadas, y por ende Calderón tenía tanta razón en su palabras citadas.

Tras varios años en la búsqueda del poder ser el mandatario federal sea del partido que fuera para lograr el objetivo, las oposiciones políticas veíamos venir el mismo viento autoritario que sopló sobre la Francia en aquel sistema monárquico, dándonos un giro radical, donde los electores salieron de sus casas a votar por una supuesta esperanza para México, que vendía en su momento el partido de MORENA, sin darse cuenta los votantes que optaron por ese partido, estaban eligiendo un mandatario federal que se situaría por encima de la ley, pues su gobierno marcaria la historia de nuestro país, regresaríamos al poder absolutismo monárquico que ya vivimos anteriormente con el de la corona española y cómo lo vivió la Francia, ambos se caracterizaron por la concentración de todo el poder y ahora Andrés Manuel López Obrador hace lo mismo.

Hoy caminamos rumbo a la dictadura, los rumores y clamores que nos advertían de esta condición hoy son una realidad que poco a poco el proceso se va consolidando y pronto seremos los súbditos o vasallos, dejaremos de ser ciudadanos al amparo de derechos y libertades. Estamos en vísperas de un proceso electoral de gran impacto, se procura desacreditar al supervisor de la contienda, iremos a elecciones atrapados por la sospecha y el encono de AMLO porque “el Estado es él”. A menos que en estas elecciones 2021 decidamos votar por un contrapeso.

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