El origen de los objetos que utilizamos a diario

Por Nancy LUNA

CHOLULA.- Las primeras pinzas para tender la ropa se fabricaron con largas varillas. En 1852 la oficina de patentes de EEUU procesó más de 140 peticiones para registrar diferentes versiones de este utensilio. No sería hasta 1853 cuando el estadounidense David M. Smith daría con el prototipo de pinza moderna: dos partes idénticas unidas por un muelle de alambre.

La idea de la lata como utensilio para preservar alimentos y bebidas se la debemos al inventor Nicolás Appert (1749 – 1841). Fue un maestro confitero y cocinero francés creador del método de preservación hermética de los alimentos. Fundó la primera fábrica comercial de conservas en el mundo.

La idea de la lata como utensilio para preservar alimentos y bebidas se la debemos al inventor Nicolás Appert (1749 – 1841). Fue un maestro confitero y cocinero francés creador del método de preservación hermética de los alimentos. Fundó la primera fábrica comercial de conservas en el mundo. (Foto: Corbis)

La idea del portalatas de plástico se le ocurrió a mediados del siglo XX al ingeniero estadounidense Ougljesa Jules Poupitch. Entre 1959 y 1963 obtuvo tres patentes para un utensilio de plástico flexible capaz de portar objetos como latas de bebidas. Todos los diseños posteriores y utilizados en la actualidad se basan de alguna forma en la idea inicial de Jules Poupitch.

El origen del clip se remonta a finales del siglo XIX, con la creación de las primeras máquinas capaces de doblar y cortar alambre de forma precisa. No se conoce un inventor concreto de este utensilio, pero su creación fue posible gracias a la aplicación del principio de la elasticidad formulado por Robert Hooke. Según este principio, un cuerpo elástico se estira de forma proporcional a la fuerza que se ejerce sobre él. Esta idea dio lugar también a la invención del muelle.

El mecanismo de las anillas para guardar documentos en archivadores (con y sin palanca) lo inventó el alemán Louis Leitz (1846 – 1918) en 1896. Desde entonces su diseño apenas ha cambiado, se siguen utilizando en la actualidad pese a la digitalización e internet.

Es uno de los objetos de uso cotidiano más antiguos. Su origen se remonta al siglo XVI, cuando se descubrió un depósito de grafito en el norte de Inglaterra. No sería, sin embargo, hasta 1975 cuando el pintor, militar y aeronauta francés Nicolas-Jacques Conté (1755 – 1805) inventara lo que hoy conocemos como el lápiz moderno, conocido en su momento como lápiz Conté.

La idea del sacacorchos nació a finales del siglo XVII para almacenar vino durante más tiempo en botellas de vidrio. La primera patente del sacacorchos moderno se atribuyó en Inglaterra al reverendo Samuell Henshall. Hoy se calcula que hay más de 50.000 tipos diferentes de sacacorchos.