El Poder del Profeta 

Editorial 

Por Mario SALAMANCA RODRÍGUEZ 

CHOLULA.- El poder sobre la vida y la muerte fue dado a los reyes o ellos la usurparon, y aunque podrían destruir a cualquier profeta, sin embargo el profeta dictaba a los reyes, y no se apartó de su posición como la voz de dios al rey en el trono. El poder divino descansó sobre el profeta, poder que reconocieron los hombres y que dios protegió, sobre esta característica pueden estudiarse los siguientes pasajes. Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó el espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos, y cuando posó sobre ellos el espíritu profetizaron, y no cesaron. Y habían quedado en el campamento dos varones, profetizaron y no cesaron. Y habían quedado en el campamento dos varones, llamados el un Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu; estaban estos entre los inscritos, pero no habían venido al tabernáculo, y profetizaron en el campamento. Y corrió un joven y dio aviso a Moisés, y dijo: Eldad y Medad profetizan en el campamento. Entonces respondió Josué hijo de Nun, ayudante de Moisés uno de sus jóvenes, y dijo: Señor mío Moisés, impídelos y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos de mí? Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos. Número II-25 al 29. Y alzando sus ojos, vio a Israel alojado por sus tribus y el espíritu de dios vino sobre el número 24-2.

Entonces el ángel de Jehová dijo a Elías: Desciende con él; n tengas miedo de él. Y él se levantó, y descendió con el rey. 2 Reyes, 1-15. Viéndole los hijos de los profetas que estaban en Jericó al otro lado, dijeron: El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo. Y vinieron a recibirle, y se postraron delante de él. 2 Reyes 2-15. Más ahora traedme un tañedor, y mientras e tañedor tocaba, la mano de Jehová  vino sobre Eliseo. 2 Reyes 3-15. Entonces el espíritu vino sobre Amasai, jefe de los treinta, y dijo: Por ti, oh David, y contigo, oh hijo de Isaí. Paz, paz contigo, y paz con tu ayudadores, pues también tu dios te ayuda. Y David los recibió, y los puso entre los capitanes, de la tropa. I. Crónicas 12-18.

Entonces el espíritu de dios vino sobre Zacarías hijo del sacerdote Joiada; y puesto en pie, donde estaba más alto que el pueblo, les dijo: Así ha dicho dios: ¿Por qué quebrantáis los mandamientos de Jehová? No os vendrá bien por ello; porque por haber dejado a Jehová, él también nos abandonará. 2. Crónicas 24-20. Y reposará sobre él el espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia espíritu de consejo, y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. Isaías 11-2.  he aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi espíritu él traerá justicia a las naciones. Isaías. 42-1. El espíritu de Jehová el señor está sobre mí, porque me ungió Jehová, me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel. Isaías. 61-1.

Aconteció en el año treinta, en el mes cuatro, a los cinco días del mes, que estando yo en medio de los cautivos junto al río Que ar, los cielos se abrieron, y vi  visiones de dios. Ezequiel 1-1. Vino palabra de Jehová al sacerdote Ezequiel, hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río Quebar; vino allí, sobre él la mano de Jehová. Ezequiel I-3. Me levantó, pues, el espíritu, y me tomó y fui en amargura, en la indignación, de mi espíritu, pero la mano de Jehová era fuerte sobre mí. Vino allí la m ano de Jehová sobre mí, y me dijo: Levántate, y sal al camp, y allí hablaré contigo. Ezequiel. 3-14-22.

Y vino sobre mí el espíritu de Jehová, y me dijo: Di así, ha dicho Jehová: Así habéis hablado, oh casa de Israel, y las cosas que suben a vuestro espíritu, yo las he entendido, Ezequiel. II-5. Y después de esto derramaré mi espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos, soñarán sueños, y vuestros jóvenes serán visiones, y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi espíritu en aquellos días. Joel 2-28-29. “Dios nos ama”.