Enrique Krauze líder intelectual de la reacción mexicana

Por Alejandro MARIO FONSECA

CHOLULA.- No existe ninguna evidencia seria de que Hernán Cortés haya llorado en el Árbol de la Noche  Triste tras perder una batalla hace 500 años el 1 de julio de 1520, sin embargo mucha gente da por válido el evento e incluso lo festejan como un momento glorioso de nuestra historia. Nuestra historia está llena de mitos.

Hace 8 meses, el 27/10/2019 asistí a la presentación de los libros Vida de Hernán CortésLa espada (tomo 1) y La pluma (tomo 2), escritos por el historiador y arqueólogo francés Cristian Duverger. La plática se realizó en el maravilloso Museo Regional de Cholula como parte de los múltiples eventos  para conmemorar la Matanza de Cholula: Cholollan 500 años.

Duverger nació en 1948 en Burdeos, Francia. Tiene un doctorado de la Universidad de París (Sorbona). Es profesor de la cátedra de antropología de Mesoamérica en la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales. Se ha dedicado al estudio de las culturas precolombinas y ha realizado trabajos, en México y en América Central, en el ámbito de la arqueología y la antropología.

Fue consejero cultural de la embajada de Francia en México, donde fue colaborador del Instituto Nacional de Antropología e Historia y profesor de la Escuela Nacional de Antropología e Historia y Universidad Nacional Autónoma de México. También ha sido profesor en la Universidad de Guadalajara.

Actualmente es director del Centre de Recherches sur l’Amérique Préhispanique (CERAP) con subsidios de la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS) y la Universidad de París – Sorbonne (Paris IV). Sigue activo y realiza investigaciones con el CERAP en el sitio arqueológico de Monte Albán en Oaxaca.

El contexto y la larga duración

Este es un resumen de su biografía académica. Y lo que no dice es lo más importante: que Duverger pertenece a la tradición de La Escuela de los Annales, una corriente de investigación que desde 1929 ha dominado prácticamente toda la historiografía francesa del siglo XX y ha tenido una enorme difusión en el mundo occidental.

Para la Escuela de los Annales la historia ya no se interesa por el acontecimiento político y el individuo como protagonista típico del trabajo de la Historiografía; sino por los procesos y las estructuras sociales, y después por una amplia gama de temas.

A diferencia de la historiografía clásica, estos autores toman conciencia de que no están escribiendo sobre el pasado reproduciéndolo fielmente sino interpretándolo, partiendo de sus propios conceptos y subjetividad, así como de teorías, para escribir su versión del fenómeno histórico sobre el que trabajan.

En cuanto a las fuentes, Annales amplió el abanico de recursos de los que es legítimo disponer. Si bien los documentos escritos siguen siendo un elemento muy importante en su base empírica, se incluyeron todos aquellos elementos que pudieran dar evidencia útil en la investigación. Así, la hoz habla del campesino, el vestido, de la dama o el acordeón, del músico.

Se produjo historia geográfica, social, económica, cultural, demográfica, psicológica, etnográfica y política, pero esta última en un sentido distinto al clásico. Los hechos políticos económicos y sociales son ahora resultado de contextos específicos y tienen que estudiarse desde la perspectiva del tiempo de larga duración.

Homenaje a Hernán Cortés

Y es precisamente con las herramientas metodológicas de la Escuela de Annales que Duverger, tras una impresionante información documental, nos ofrece una nueva interpretación de la Conquista de México: Cortés deja de ser un mito negro y negativo.

Y es que se cumplieron cinco siglos de la Conquista de México, y a lo largo de este tiempo Hernán Cortés ha desempeñado un claro papel en el imaginario colectivo de la nación: el de villano.

Sin embargo, para Christian Duverger esta apreciación no podría ser más injusta. Lejos del ambicioso y sanguinario invasor que los libros de texto han urdido, el historiador francés presenta en esta biografía en dos tomos a un humanista.

Así, Cortés resulta sí, un hombre de armas pero también de letras que vio en las tierras americanas la posibilidad, no de trasplantar una copia de la sociedad castellana, sino de inventar un mundo nuevo. Para Cortés, el mestizaje era la clave de este proyecto cultural.

Publicada por primera vez en 2013, bajo el título de Crónica de la eternidad, la segunda parte de la biografía cortesiana causó un gran revuelo al desmontar la autoría de Bernal Díaz del Castillo sobre la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España y devolvérsela a su verdadero dueño: Hernán Cortés.

La pluma nos presenta a un Cortés cronista de sí mismo, un escritor que supo fundar su legado a través de un magistral artificio literario: un auténtico conquistador de la memoria.

¿AMLO corrupto?

Finalmente, estoy seguro que  si AMLO leyera a Duverger, corregiría  el error que cometió cuando le envió la famosa carta al Rey de España, en la que le solicitaba hacer un relato de agravios y que pidiera perdón por las violaciones a los derechos humanos de los pueblos originarios durante la Conquista.

Dicho esto, amable lector, permítame realizar un salto acrobático singular. Permítame proponerle una crítica severa a Enrique Krauze que se está  convirtiendo en el líder intelectual anti AMLO.

La mayor parte de este artículo lo escribí hace 9 meses y mi crítica es válida para Krauze, que se ha vuelto un conservador paranoico y acaba de publicar en Letras Libres Un gobierno destructor, en el que denigra a AMLO y su proyecto humanista. Juzgue usted:

Para muchos mexicanos, AMLO representaba una esperanza de rectitud y renovación. En contraste, sus primeros diecinueve meses al frente del gobierno muestran un escenario de pesadilla: ha destruido de manera sistemática la economía y el empleo, ha arrasado con instituciones públicas valiosísimas, ha minado el equilibrio de poderes, ha diezmado el gasto público en ciencia y cultura, y ha abandonado a su suerte a millones de mexicanos en medio de una crisis económica y sanitaria de alcances insospechados. A pesar de que su bandera ha sido siempre la lucha contra la corrupción, AMLO ha corrompido no solo la institución presidencial sino los significados y símbolos de la democracia.

¿Cuántos disparates, verdad? La gran diferencia es que Krauze es historiador, conoce las propuestas de la Escuela de Annales  y sabe muy bien que las grandes transformaciones no se pueden dar en año y medio y mucho menos con una herencia tan perniciosa tanto en lo económico como en lo político y social; por no hablar de la ética.

Sin embargo, debemos ser cautos y revisar minuciosamente el ensayo de Krauze. Resulta muy peligroso porque dice muchas verdades a medias que hay que desmenuzar y aclarar.