Fe, Esperanza y Caridad

Virtudes teologales

LAP. D. Bruno AGUILAR JUÁREZ

CHOLULA.- En la teología católica, se llaman virtudes teologales o virtudes teológicas los hábitos que Dios infunde en la inteligencia y en la voluntad del hombre para ordenar sus acciones a Dios mismo. Tradicionalmente se cuentan tres: la Fe, la Esperanza y la Caridad, pero la más grande de todas es la Caridad. (1 Corintios 13, 13).

LA FE.

(Del latín fides) es la seguridad o confianza en una persona, cosa, deidad, opinión, doctrinas o enseñanzas de una religión, y como tal, se manifiesta por encima de la necesidad de poseer evidencias que demuestren la verdad.

La Fe en el cristianismo es una virtud teologal y se basa en la obra y enseñanza de Jesús de Nazaret, el Cristianismo declara no caracterizarse por la Fe. En lugar de ser pasiva, la fe conduce una vida activa alineada con los ideales y ejemplo de la vida de Jesús.

Es, pues, la Fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Hebreos 11:1

La actitud de la voluntad de las Fe la describe San Agustín de la siguiente forma <<credere non potest nisi volens>>–no se puede creer si no se quiere–.

LA ESPERANZA.

Es un estado de fe y ánimo optimista basado en la expectativa de resultados favorables relacionados con eventos o circunstancias de la propia vida o el mundo en su conjunto.

La esperanza es la virtud por la cual el hombre pasa de suceder o acontecer a ser o existir, siguiendo a Santo Tomas de Aquino, ha estado definida como <<virtud infusa que capacita al hombre para tener confianza y plena certeza de conseguir la vida eterna y los medios, tanto sobrenaturales como naturales, necesarios para llegar a ella con ayuda de DIOS.>>.

A la esperanza se oponen, por defecto la desesperación que es pérdida total de la esperanza, por exceso, la presunción y, por otro lado, el temor.

LA CARIDAD

La Caridad en griego, amor fraternal, en latín: caritas, es para la iglesia católica, aquella virtud teologal por la cual se ama a DIOS sobre todas las cosas por Él mismo y al prójimo como a nosotros mismos por amor de DIOS.

La Caridad tiene por fruto el gozo, la paz y la misericordia. Exige la práctica del bien y la corrección fraterna; es benevolencia; suscita la reciprocidad; es siempre desinteresada y generosa; es amistad y comunión.

La Caridad nace del amor de DIOS a los humanos, y de la respuesta del hombre a ese amor. De hecho, constituye el mandamiento principal de JESUS a los apóstoles y discípulos <<Amaos los unos a los otros>>.

La Caridad es considerada la virtud teologal más importante, y superior a cualquier otra virtud.

La iglesia católica considera la limosna hecha a los pobres como uno de los principales testimonios de la caridad fraterna, pero también una práctica de justicia.

En esta semana de reflexión hagamos práctica de estas tres importantes virtudes, ayudemos a quien lo necesita y demos un poco de lo que tenemos, sobre todo de Caridad al prójimo.

Continuará… Y recuerden la SANA DISTANCIA, gel antibacterial, USO DE CUBREBOCA, lavado frecuente de manos, gracias hasta la próxima, bye.

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