HUEJOTZINGO.- Un total de 115 ciudadanos fueron contratados por Angélica Alvarado, presidenta municipal, para desempeñarse como Guardias de Barrio, aceptando los interesados, tanto el trabajo a desempeñar como el salario, el cual es muy bajo, sin embargo no realizan esa labor, sino los han uniformados como policías y los hacen desempeñase como tales, sin estar preparados para ellos, además de estar cometiendo el delito de usurpación de funciones, teniendo miedo que los puedan detener y hasta meter a la cárcel.
La presidenta municipal de Huejotzingo, Angélica Alvarado Juárez, creó el programa de Guardias de Barrio, como una alternativa ante la falta de policías, ya que no podía contratar más personal, por el salario que se les debe de pagar, que no es alto, comparado con lo que ganan los trabajadores del ayuntamiento, y porque deben de pasar exámenes de control y confianza, y contar con el CUIP, y los Guardias de Barrio, no requieren nada de estos trámites.
Al principio los uniformó como Guardias de Barrio, y fueron realizar recorridos por las calles, y en caso necesario reportar a la policía municipal, cualquier situación considerada como delito, además de tenerlos como vigilantes en edificios públicos municipales. Los elementos fueron cumpliendo con su misión, entonces se empezaron a contratar a más interesados.
Sin embargo desde hace semanas, poco a poco, les han ido cambiando el uniforme, los ponen como si fueran policías, actualmente se tienen solo 43 policías, y 154 Guardias de Barrio, y estos últimos desempeñan ya labores de policías municipales.
El salario de un Guardia de Barrio, es de 6 mil 900 pesos mensuales, el de un policía es de 9 mil 400 pesos, con lo cual el gobierno municipal tiene un importante ahorro, solo que los Guardias de Barrio, carecen de estar preparados para el trabajo, y no cuentan con las herramientas para cumplir con el mismo.
Para finales de junio ya se tenían 206 Guardia de Barrio, y solo 43 policías municipales. Se siguen contratando a civiles para un determinado trabajo, pero en realidad los ponen de policías, con todos los riesgos que ello implica.