Historial de la Profecía 

Editorial 

Por Mario SALAMANCA RODRÍGUEZ 

CHOLULA.- En gran parte de la historia de la profecía es el cumplimiento de los tres pactos, a saber el Abrahámico, el Palestino y el Davídico, también incluye la realización de todos propósitos divinos, es decir, el propósito terrenal concentrado en Israel, y la consumación del mimo según. Salmo 2:26. Pero yo he puesto mi rey, sobe Sión, mi santo mote, el propósito celestial concentrado en la misma según, Salmo Hebreos 2-10. Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionarse por aflicciones al autor de la salvación de ellos. Se declara con completa seguridad que así como las profecías ahora cumplidas lo fueron en su significado natural, literal, y gramatical, de la misma manera todas las que restan, que trascienden hasta las edades eternas, serán cumplidas en la forma natural, literal y gramatical como lo denotan las predicciones. En justicia, nadie podrá pensar que la profecía ahora cumplida no haya seguido el método literal hasta el último talle. Por lo tanto, es irrazonable e increíble la suposición que hacen algunos para mitigar un tanto la incredulidad que las predicciones aún no cumplidas serán realizadas solo en una forma espiritual.

Deben observarse ciertas divisiones generales de la historia profética. Cuatro profetas sirven de los sucesos.- Con la venida del reino terrenal mesiánico en el panorama como el último objetivo en la tierra, son cuatro los profetas que miden el espacio de tiempo desde el comienzo de la nación  judía, hasta la consumación de esa venida. Los profetas son: Abraham, dios no rehusó comunicar a Abraham lo que estaba por hacer. Génesis 18-17.  Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham, lo que voy a hacer? El futuro de la posteridad de Abraham hasta el tiempo  Moisés,  hasta su liberación de Egipto, le fue descubierto. Está escrito: Entonces Jehová dijo a Abraham, tren por cierto que tu descendencia morirá en tierra ajena, y será esclava allí, y srá oprimida cuatrocientos años, más también la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza, Génesis 15-13-14.

Indudablemente Abraham informó a su posteridad de todas estas cosas, además de esto están las promesas firmes dentro del pacto con Abraham de las bendiciones finales para sus descendientes en la tierra, es decir, Abraham vio a informó a otros del periodo desde sus días hasta los de Moisés, y luego perdió de vista el hilo de eventos hasta el tiempo cuando se estableciera el reino de bendiciones en la tierra.

Moisés, uno de los más grandes de todos los profetas humanos y nunca más se levantó profeta en Israel, como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a cara, nadie como él en todas las señales y prodigios que Jehová le envió hacer en tierra de Egipto, a faraón y a todos sus siervos y a toda su tierra, y en el gran poder y en los hechos grandiosos y terribles que Moisés izo a la vista de todo Israel. Deuteronomio, 34-10-11-12.

Moisés vio el periodo desde sus propios días a través del tiempo que Israel continuaría en la tierra, mil años, y hasta el tiempo de la cautividad. Más allá de eso, él solo contempló la venida del reino de bendiciones. Por tanto, Moisés vio hasta los días de Daniel, muy lejos yo vagué de Dios, y del pecado esclavo fui, tristezas sin igual sufrí, vagando lejos de mi dios, en las promesas de Jesús eternamente confiare; él es la fuente de mi fe, en él yo tengo paz y luz, mi vida aquí consagraré a proclamar al pecador, el evangelio del amor, y a Jesucristo fiel ser´, como el vasto firmamento, como el insondable mar, es la gracia infinita que Jesús al alma da, y a salvo soy, ya salvo soy, Jesús mis culpas perdono, ya salvo soy, ya salvo soy. Tan solo en él confió yo. “Dios te ama”.