La importancia de pagar impuestos siempre serán justos cuando se note el progreso e inversión en el municipio

Por Jorge GÓMEZ CARRANCO

CHOLULA.- El cobro de impuestos es un problema en cualquier sociedad, los intereses y/o preferencias del Municipio y del contribuyente suelen estar contrapuestos. El municipio está interesado en cobrar y el ciudadano prefiere pagar lo menos posible y obtener mayores beneficios. El pago de impuestos resulta de una combinación del deber o cumplimiento voluntario “pago porque es mi obligación contribuir” y la de imposición “pago porque si no lo hago las autoridades me impondrán una sanción” Cuando estos dos factores “la convicción y la coerción” se combinan en sentido positivo el ciudadano muestra disposición a cumplir, el estado tiene la capacidad de hacer valer la ley y el potencial recaudatorio se eleva.

Pero ¿Qué son los impuestos? son tributos que cada persona, familia o empresa debe pagar al Municipio para costear las necesidades colectivas, contribuyendo así con una parte de sus ingresos, a través de los cuales se obtienen los ingresos públicos. Existen diferentes tipos de impuestos los que son directos aquellos que gravan los ingresos y el patrimonio de una persona, los impuestos indirectos estos se aplican al consumo de empresas y personas, el más representativo de todos es el IVA, aunque también entran el impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados. Hay impuestos especiales que gravan bebidas alcohólicas, electricidad, hidrocarburos, etcétera. Pero ¿Quiénes pagamos impuestos? toda persona física, moral y asalariados.

Realmente el problema radica en el fondo y poco se ha discutido sobre la calidad del gasto, es decir, en qué se va a gastar nuestro dinero, ya sabemos que el gasto se financia por impuestos y derechos que pagamos todos. Sin embargo, tenemos que hacernos cuatro preguntas importantísimas si queremos entender el Gasto Público: ¿Cuánto se gasta? ¿Quién lo gasta? ¿En qué se gasta? y ¿Para qué se gasta?

Con respecto al cuánto se gasta podemos deducir que lo importante no es el monto sino cómo se divide, ( gasto programable los que se usan para realizar trabajos y dar servicios públicos, programas de apoyo, pagos de proveedores etcétera); en cuanto a quién gasta nuestros impuestos diré que es la misma administración pública; en qué se gasta nuestro dinero pues lo dividen en gasto corriente y en gasto de inversión ya que no todo el gasto corriente es malo, ni todo el gasto de inversión es bueno.

Todas estas percepciones negativas sobre el cobro y destino de nuestros impuestos alimentan la creencia de buena parte de los ciudadanos de que es válido pagar menos impuestos o incluso dejar de pagarlos cuando el gobierno sea corrupto, cuando proporcione malos servicios o cuando no garantice la seguridad pública. Algunos ciudadanos que no pueden pagarlos en tiempo y forma se esperan a las condonaciones que oferta el Ayuntamiento para ponerse al corriente siendo injusto para los que sí cumplen con sus pagos. De igual manera los impuestos que se cobran en juntas auxiliares no deberían tener la misma tasa de interés para los que viven en la zona centro, pues no tienen los mismos ingresos, ni los mismos beneficios, así como tampoco tienen el mismo poder adquisitivo, ya que ellos dependen directamente de actividades primarias como la agricultura, ganadería, floricultura y las actividades de la ciudad dependen de actividades secundarias que incluyen sectores económicos empresarial e industrial. Por ello la importancia de reestructurar el pago de impuestos en las juntas auxiliares del Municipio.