La validez de un juramento

Por: Dr. Omar Josué ROJAS VÁZQUEZ

CHOLULA.- Al momento de terminar los 5 años de universidad y previo a partir al internado de pregrado, en el momento justo de la graduación, se presta juramento previo al ejercicio profesional de la medicina.

El juramento hipocrático data del siglo II, según la tradición fue redactado por el propio Hipócrates, formando parte del corpus hipocraticum, dicho texto se remonta a la adopción de la forma definitiva de Hipócrates de la mano de Galeno, siendo los escritos de éste último el fundamento de la instrucción médica y de su práctica hasta el siglo XX.

Prestar el juramento es preservar el legado de nuestros antecesores, es una transición mística perdida en el tiempo, donde, por un momento, llegamos a la base de la medicina, desde sus orígenes mágicos, sabiendo que esas palabras fueron replicadas por nuestros maestros y los maestros de nuestros maestros, que generación con generación, dicho texto ha evolucionado sin perder su esencia.

Si bien el contexto puede parecer demasiado ceremonial, es un silente recordatorio de la ética que todo profesional de la salud debe tener, sin embargo, día tras día, en el pleno ejercicio de la práctica médica se plantea más y más el hecho de reformar dicho juramento, que a lo largo del tiempo se ha modernizado, siendo adoptado por la asociación médica mundial en 1948, misma que ha revisado y enmendado varias veces el texto, la última enmienda fue en 2017.

En los últimos meses, en medo de la crisis vivida por la pandemia, la sociedad a quienes juramos servir incondicionalmente, ha reprochado, infravalorado y desdeñado la labor de los médicos y médicas  de nuestra nación, haciendo hincapié incluso en el juramento hipocrático, recriminando al personal de salud en momentos de desesperación.

Es momento de verificar la validez de un escrito de hace 2 milenios, o al menos de informar a la gente que el personal de salud de aplausos no vive y que el sistema de salud está colapsado desde hace años en nuestro país, los reclamos y las mentadas no deben ir dirigidas al personal de salud que ha dado hasta la vida por la gente, deben ir dirigidas a las autoridades que están dejando que el sistema se termine de caer.