¿México saliendo del oscurantismo medieval? 

Por Alejandro MARIO FONSECA 

CHOLULA.- La Edad Media es un tiempo intermedio, sin apenas valor por sí mismo, entre la Edad Antigua identificada con el arte y la cultura de la civilización grecorromana de la Antigüedad clásica y la renovación cultural de la Edad Moderna, que comienza con el Renacimiento y el Humanismo. Opus nigrum es el desenlace del oscurantismo del medioevo.

Sucede que estoy aprovechando el confinamiento al que nos condenó la pandemia del coronavirus, para leer libros que se me habían “atorado” en el librero porque no era lo suficientemente maduro como para apreciarlos cabalmente.

Tal es el caso de Opus nigrum de Marguerite Yourcenar, publicado en 1965 en él se tardó escribiéndolo más de 40 años. Lo compré hará unos 25 años y lo había intentado leer por lo menos tres veces, no sé bien a bien por qué me resultaba difícil y aburrido.

Su autora Yourcenar fue un verdadero monstruo de sabiduría, elegida miembro de la Academia Francesa en 1980 y a su vez la primera mujer que rompió con tres siglos de tabú antifeminista en tan prestigiada institución.

Marguerite Yourcenar (1903-1987) fue novelista, poeta, ensayista, dramaturga y traductora belga, nacionalizada estadounidense en 1947. ​Sobresalió por sus novelas históricas escritas con un tono poético y rasgos de erudición.

Fue una de las escritoras más respetadas en lengua francesa. Publicó novela, ensayo, poesía y tres volúmenes de memorias familiares que tuvieron una gran acogida por parte de la crítica y los lectores. Su obra más famosa es la novela histórica Memorias de Adriano (1951).

Marguerite Yourcenar 

Como ya dije, la Yourcenar es un monstruo de la literatura del siglo XX, y aunque puede ser que usted ya haya leído sus Memorias de Adriano, por desgracia ha sido poco leída en México. Es muy difícil resumir su biografía, valgan algunos rasgos.

Marguerite nació en Bruselas, Bélgica, de un padre descendiente aristocrático francés, Michel Cleenewerck de Crayencour y una madre belga, Frenande de Cartier de Marchienne, que murió diez días después del nacimiento de Marguerite.

Hasta 1912, Marguerite arrastraba la vida con una tía en Bélgica y amigos de la familia en el norte de Francia, tras lo cual se instaló con su padre en París. Aunque principalmente se forma a sí misma leyendo mucho, visitando museos y teatros clásicos, también contó con los servicios de un maestro profesional.

 En 1914, visitó Inglaterra, donde aprendió inglés durante un año mientras visitaba sitios históricos y museos famosos. A su regreso a París, su padre la instruyó en el griego antiguo. Ella continuó estudiando una variedad de temas con tutores privados.

Se escapó de la Segunda Guerra Mundial, mudándose a los Estados Unidos con su compañera Grace Frick, quien también tradujo sus principales novelas. Inclinada hacia la bisexualidad, Yourcenar se involucró sentimentalmente con Frick y permanecieron en pareja hasta la muerte de Frick en 1979.

Una visita a Londres en 1937 la introdujo a la obra de Virginia Woolf, de quien tradujo la novela, The Waves al francés. También tradujo al francés, What Maisie Knew de Henry James. En 1951, la Yourcenar publicó en Francia, su obra más famosa, Mémoires d’Hadrien, un relato autobiográfico ficticio de un emperador romano, considerado como un clásico moderno. (Cfr. Personajes históricos.com).

Opus Nigrum 

Leer Opus nigrum  es viajar a la Edad Media tardía, cosa que no hacía desde que leí El nombre de la rosa de Umberto Eco, aquella maravillosa novela que nos cuenta las aventuras de un monje franciscano.

De El nombre de la rosa existe una muy buena versión cinematográfica que usted puede ver en línea. Pero lo que quiero comentar esta vez es Opus Nigrum de Yourcenar.

En el original francés, L’oeuvre au noir es una novela en la que a través de la descripción de la vida ficticia de un médico y alquimista del siglo XVI llamado Zenón, se recrea una Europa con características que oscilan entre la Edad Media y el Renacimiento.

Siguiendo a un especialista, Luis Eduardo Barrueto, la escena que abre Opus Nigrum, nos sitúa en el camino europeo en que se encuentran Zenón, el filósofo protagonista, y su primo Henri-Maximilien, de una forma tan sutil que no advertimos que este camino es el que seguiremos los lectores en el resto del texto.

En estas primeras páginas se contraponen la paciente sabiduría y errante persecución de la verdad del uno con las victorias aún por verse y los anhelos caballerescos del otro.

Así, sin dar un paso definitivo, Zenón se posiciona con comodidad entre dos visiones del mundo. La fórmula alquímica que da título al libro se refiere, precisamente a un estado de transformación, “la fase de disolución y de calcinación de las formas.

La 4 T de AMLO

A esta transformación de los elementos que hacían los alquimistas y la transformación de la época en la que habitó el protagonista, se suma una tercera, la del propio personaje.

En Zenón se canta al tiempo a la libertad, la vida y la rebeldía que supuso habitar el fragmento de historia que atrajo a Yourcenar para la novela, en cuya preparación trabajó durante media vida.

En Zenón se funden Leonardo, Paracelso, Copérnico y Erasmo, al tiempo que incontables rasgos de la filosofía que, como ahora, han dado siempre forma al mundo. (Cfr. Luis Eduardo Barrueto en lectoreschapines.com).

Zenón, cuya vida transcurre entre 1510 y 1569, ubica su acción en una Flandes próspera y burguesa sobre la que influyen las novedades técnicas y las especulaciones económicas relacionadas con la guerra, así como las pugnas originadas a partir del Concilio de Trento y de la Reforma Protestante.

Dividida en tres partes tituladas respectivamente La vida erranteLa vida inmóvil y La prisión, en cada una de ellas se asiste, entre sucesos culturales, religiosos y políticos de la época como trasfondo, a la evolución interior y exterior del protagonista, desde su juventud hasta su vejez y su muerte por suicidio en la cárcel de la ciudad de Brujas.

Puede sonar forzada la metáfora, pero la Cuarta Transformación de Andrés Manuel López Obrador se parece a los avatares de toda transformación política y social: en éste caso, la fase de disolución y de calcinación del oscurantismo medieval que nos tiene hundidos en la pobreza y la ignorancia.