Nuevo Ciclo Escolar, y ya hay Quejas

 

CHOLULA.- Se escucha por ahí que ha iniciado ya el ciclo escolar, totalmente presencial, como en pre-pandemia, lo cual llenó de bullicio todos los planteles, los peques podrán conocer a sus nuevos compañeros, hacer amigos, que por cierto cuando se hace una verdadera amistad a esa edad, será para toda la vida, pase lo que pase. Pero no todo es miel sobre hojuelas, y ya algunas mamás empiezan a emitir sus primeras quejas, algunos nada grave, solo falta de comunicación, pero otras si deben ser tomadas en cuenta, como el que la maestra Josefina Zarate de la Cruz, no perite que sus alumnos salgan al baño, deben de aguantarse hasta la hora del recreo. Por un lado, es algo delicado que alguien se aguante las ganas, pone en riesgo su salud, segundo es atentar contra los derechos del pequeño. Debería de tener más criterio la mentora, y darse cuenta que su actitud, no es nada positiva. ¿Será? Se escucha por ahí que el mayordomo de la Circular de los Remedios, por alguna razón, la cual tendrá que explicarle al sistema de cargos, “invitó” a la grey católica de San Andrés Cholula, a través de sus fiscales a tener su propia procesión de los faroles, ir subir la noche del 31 de agosto al santuario de la virgen de los Remedios, y tener su misa. Todos tienen el derecho de poder subir al santuario, venerar a la patrona de los cholultecas, la cuestión en este caso, y que causó malestar a los Mayordomos patronales, a los tiachcas, principales y devotos de la virgen de los Remedios de San Pedro Cholula, fue organizaran el evento y lo mantuvieran en “secreto”, que no fueran tomados en cuenta ni la Mesa Directiva, ni los Mayordomos Patronales, como suele pasar para tomar decisiones que les atañen, ya que todos los 10 barrios, tienen que ser tomados en cuenta para todo lo relacionado con el santuario, no puede un Mayordomo del Circular, tomar decisiones unilaterales, y menos sorprender al párroco, con que así es la tradición. ¿Será? Se escucha por ahí que se han registrado lluvias muy abundantes, algo que alegra a todos, sobre todo a los campesinos, porque eso estará permitiendo por un lado se generen condiciones favorables para el campo, por otro lado se recarguen los mantos acuíferos. Se tiene el otro lado de la moneda, en la zona urbana, la cual ha ido “impermeabilizando” la tierra, con construcciones de obras civiles, con calles pavimentadas con diversos materiales, que no permite la filtración del agua al subsuelo, y llegue a los mantos freáticos. Para muchos ese es el problema, porque se ha carecido, se carece y se seguirá careciendo de un sistema adecuado de drenaje pluvial, que capte el agua pluvial y la conduzca a Atoyac y de ahí seguir el curso hacia el destino final. Hay quienes consideran que el agua pluvial debería de captarse y retenerse en terrenos profundos que no son usados para el campo, que fueron minas de adobe. Deberían de usarse como cisternas naturales, como vasos reguladores, conduciendo el agua a esos puntos. La idea no es mala, ya que se estarían creando algo como lagos artificiales, pero se llega al mismo punto de partida, no hay red de tubería, y es que esa obra es muy cara, el municipio no tiene la capacidad económica para poder realizarla, requiere de la inversión estatal y federal, y quizá hasta de la iniciativa priva, encontrar algún altruista que quisiera invertir en ello. Por eso han pasado y seguirán pasando administraciones municipales y el problema seguirá ahí. También existen quienes consideran, basados en experiencias que da el paso del tiempo, el elaborar un plan de desarrollo, a mediano y largo plazo, darlo a conocer y dejarlo para que próximos gobiernos, lo tengan que aplicar. Que no salgan cada 3 años, con pretender inventar el hilo negro, el agua tibia y más. Si se lograr hacer, se iría avanzando, cada administración ya tendría una partida presupuestal, para ir atendiendo problemas, pero ya con un presupuesto destinado a aplicar a esos problemas. Solo de esa manera se puede ir avanzando, ir mejorando, de otra manera se seguirá viviendo problemas añejos, tradicionales, y quienes no los viven de manera directa, los ven como una tradición, caso las inundaciones o encharcamientos de calles y de algunos sectores de la ciudad. Abuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuurrrrrrrrrrrrrrrrrr.