Oh, sí Quiero ir a la Ciudad Celestial 

 

Por Mario SALAMANCA RODRÍGUEZ 

CHOLULA.- Los cánticos se entonan como una flor de agradecimiento, el cantar del pueblo cristiano evangélico, comunica esperanza, agradecimiento, dando gloria y honra al señor y salvador nuestro. El martes 16 de febrero de 2021, el féretro d Edgar David Salamanca Rodríguez, entró a la amada tierra de Cholula, cerca de las 12 horas, el cortejo fúnebre ha tenido la grandeza que nace del pueblo cristiano, un pueblo en silencio alrededor de la carroza. En la ceremonia hombres y mujeres marcharon, entonaron himnos, un pesar con vertido en esperanza, resonando los sermones de los ministros de dos: Ariel Tello Rodríguez, Rogelio de la Luz (hijo) abuelo, padre, esposo, tuvo origen la ceremonia junto a la voz de quienes acompañaron, a metro y medo de distancia del féretro, estaban la viuda, los hijos, los hermanos, parientes e invitados, en la capilla número 2, con la Biblia en dialogo con  dios, Norma Beristaín de Salamanca, (esposa) fue uno de los instantes más difíciles de aquel inolvidable día de febrero, conmovidos por el dolor colectivo se inclinó ante la viuda quien contenía el llanto, lágrimas rodando en silencio bajo el peso delas flores blancas, se entonaron en la ceremonia himnos, flores y plegarias, el cortejo salió de la casa funeraria, siguió por las calles de Cholula, la carretera Panamericana, enfilo hacia el cementerio de Tepalcatepec, la tierra estaba abierta, como extraña rota, dos kilómetros de recorrido en pocos minutos bajo el sol y el aire que soplaba con sus saetas parecía rodar asombrosamente el espectáculo humano, al llegar al panteón varios de los allegados tomaron el ataúd para colocarlo en la cripta, volvieron a oírse los cantos, letanías himnos surcaron el cielo en memoria de un cristiano.

Me gustaría que alguien dijera el día de mi muerte “Buscad a dios mientras puede ser hallado, se comprende porque nos parece tan difícil”, aguardar, E.S. R. Le tocó vivir, el mundo en momentos difíciles de pandemia a nivel mundial, en su hogar tuvo los resplandores bíblicos que da luz a los evangelios que comunicaron una fuerza imprevista llena de un perfume sin tiempo. Hay que desayunarse con la lectura de la Biblia, el cuerpo que vive no sólo de pan, Edgar David a la iglesia de su abuelo, en esa hora clave del creyente que asiste al templo a elocuencia de ministro de Dios, lo bello y o bueno, ¡que hermosos días! Poseído de la altitud y profundidad de las enseñanzas, diciendo él: Estoy preparado para encontrarme con mi señor y salvador, no tengo miedo a morir; aquí estoy pobre no estoy solo, se que más allá del sol, la hermosa ciudad celestial con calles de oro, un mar de cristal, las puertas de hermosas perlas y diamantes, ángeles y serafines, familiares y hermanos que han partido, profetas y reyes, mártires y apóstoles con fidelidad hasta la muerte, fue de carácter firme, afable, supo hallar en medio de quehaceres, el instante y rodearse de familiares en las tormentas y desastres. Destino futuro ¡Oh Jehová, señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos, Salmo 3-1.

Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales. I. Corintios 15-40. Se siembra cuerpo animal, resucita cuerpo espiritual. Hay cuero animal, resucitará cuerpo espiritual. En tu momento, en un abrir y cerrar de ojos a la final trompeta, porque se tocará la trompeta y los muertos serán resucitados, incorruptibles, y nosotros seremos transformados enjugará dios toda lagrima de los ojos de ellos; y no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas pasaron. Apocalipsis 21-4. Y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. Apocalipsis 22-4.

Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentaron un anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pero de su cabeza como lana limpia, su trono llama de fuego y tierra nueva “porque como los cielos nuevos y la tierra nueva que yo hago permanecerán dela te de mí, dice Jehová, así nacerán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre, Isaías 66-22.

Después de esto miré, y he aquí una gran multitud la cual nadie podía contar, de todas naciones, y tribus y pueblo y lenguas, que estaban delante del trono, y en la presencia del cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en sus manos, Apocalipsis 7-9.

La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna, que brillen en ella, porque la gloria de dios la ilumina, y el cordero es su lumbrera. Apocalipsis 21-23. Miré, y oí la voz d muchos ángeles, alrededor del trono, y de los seres vivientes y de los ancianos, y su número era millones de millones. Apocalipsis 5-1. Y alrededor del trono había veinticuatro tronos, y vi sentados en los tronos, a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas, Apocalipsis 4-4. Diciendo a gran voz: Temed a dios y dadle gloria porque la hora de su juicio ha legado; y adorad aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas, Apocalipsis 4-7. En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta, porque se tocará la trompea y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados, y cuando esto corruptible se haya vestido de in corrupción esto mortal se ha vestido de in mortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita sorbida es la muerte en vistoria ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu vistoria? Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. I. Corintios 15-52-54-55. “Dios nos bendice”.