Primera rectora en la BUAP: la oportunidad histórica

Por Aldo COSTILLA ROJAS

CHOLULA.- Como lo comentamos en este medio, el triunfo de una mujer dentro de una contienda democrática es tan posible como el de un hombre. Finalmente la lucha de anos y de miles de feministas rinde frutos en esta igualdad de condiciones. No hay más progreso en el tema de igualdad política que cualquier persona, sin distingo de su sexo, identidad, preferencia sexual o condición pueda participar en la toma de decisiones en la sociedad.

Esta vez el reconocimiento es a la doctora Lidia Cedillo, quien la semana pasada gano la elección a rectora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.  Su triunfo reivindica el alma transformadora de la universidad pública. Además, el hecho de que una mujer dirija a la entidad de educación mas grande del estado representa una oportunidad histórica: la de terminar de una vez por todas con el fantasma del machismo y la misoginia que se vive al interior de la Universidad.

Hace algunos años no se hubiera pensado en que las mujeres ocuparan lugares donde sus decisiones repercutieran en la actividad de tantas personas. Esta transformación, desde mi punto de vista, es el verdadero triunfo de la lucha feminista. Ni las pintas ni los actos vandálicos que comenten personas radicales contribuyen a la igualdad ni al progreso social.

El debate es enriquecedor y la controversia necesaria para conseguir acuerdos y resultados pero todo esto no debe llevar a la polarización sino al progreso, que se consigue cuando los mecanismo para acceder al poder son mas abiertos, democráticos y transparentes. Es decir, la capacidad de trasformar desde cargos públicos es un gran avance en el sentido que administración de recursos, la toma de decisiones y la ejecución de la norma se aplican en favor de todos los sectores, en particular, de los más necesitados.

En este contexto, celebramos que la máxima casa de estudios en el estado este frente a una oportunidad histórica que no solamente implica que por primera vez en la historia haya una mujer rectora sino el fin de muchas mafias que se habían adueñado de la Universidad.

No dejo pasar la oportunidad de compartir el enorme gusto que hoy mi alma mater sea dirigida por una mujer talentosa.

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