¿Qué es el Modelo de Vigilancia Centinela y cómo opera?

* Se estiman más de 100 mil casos de coronavirus (COVID-19) en México

MÉXICO.- Durante la conferencia por el coronavirus del 8 de abril, el subsecretario de prevención y promoción de la Salud, Hugo López-Gatell reportó que, por medio del Modelo Centinela, se sabe que hay 23 mil 471 casos confirmados de COVID-19, y que por cada caso confirmado pueden haber alrededor de cinco casos leves más. Después de esta intervención, ha habido muchas preguntas sobre las estimaciones de casos leves en México a través del Modelo Centinela. Pero parece que muchos todavía no entienden cómo funciona este sistema de vigilancia epidemiológica.

¿Qué es exactamente el Modelo Centinela?

López-Gatell explicó que hay 375 unidades de salud, de las 26 mil en total que hay en el país, que suministran datos al modelo de vigilancia centinela, es decir, que se encargan de monitorear enfermedades respiratorias, entre ellas la influenza y el COVID-19.

El Modelo de Vigilancia Centinela es necesario debido a que hay fenómenos que son inconmensurables, es decir que no se pueden medir de manera directa. Es por eso que el modelo se emplea para identificar casos de COVID-19 que sirven como muestra de “la situación real”.

“No todo se puede observar. Es un error pensar que lo que no se ve, no existe; y al revés, solo lo que se ve, existe”, precisó López-Gatell.

De hecho, la Jornada Nacional de Sana Distancia es resultado del monitoreo realizado por medio del modelo de vigilancia centinela, señaló el funcionario.

Entre el 28 de febrero y el 12 de marzo había un aumento de dos a tres casos por día, mientras que, para el 13 de marzo, hubo un brinco a 12 casos. Dicho de otro modo, hubo un incremento tres veces mayor del número de contagios. Dicha situación alertó a las autoridades sanitarias.

Es a partir de la información del Modelo de Vigilancia Centinela que se puede calcular que, hasta el 03 de mayo 2020, la cifra de infectados por el coronavirus es de más de 100 mil personas.

Sin embargo, como lo explicó el subsecretario, la cifra de posibles casos ambulatorios reportada por el Modelo Centinela es una “pieza mínima” dentro de la toma de decisiones. Es un elemento más que permite analizar el comportamiento del virus: la velocidad de su propagación y la extensión de esta. El Modelo Centinela, entonces, sólo calcula cuántos casos ambulatorios, leves, hay. Todos los casos graves, todos los hospitalizados y todas las defunciones se registran. Pero hay muchos casos leves que permanecen en casa o que son asintómaticos. Es por eso que, de los casos leves, sólo se registra el 10%.

“100% de las defunciones se registran, 100% de los hospitalizados se registran. Todos se registran. Y 10% de los ambulatorios se registran. En donde hacemos la estimación, para el modelo centinela, es en los casos ambulatorios, los demás se registran al 100%. ¿Qué interesa saber de ahí? La carga estimada de la enfermedad y el perfil epidemiológico.”, explicó López-Gatell

Así, el Modelo Centinela sirve para calcular un estimado de todos los casos leves que hay con esa muestra del 10% que se tienen registrados. Así, el Modelo Centinela era un modelo útil para la Fase 2 (en donde era importante estimar cómo estaba creciendo la enfermedad), pero deja de ser útil para la Fase 3 en donde es mucho más importante enfocarse en la ocupación hospitalaria.

“El modelo centinela sigue operando, pero no es el elemento esencial para el monitoreo en la Fase 3. Lo dijimos con antelación: cuando entremos a la Fase 3 olvídense de la vigilancia centinela. Seguirá operando, allá en el fondo, pero ya no es procedente como elemento principal de información para lo que interesa monitorear en la Fase 3.”, dijo López-Gatell

En efecto, de nada sirve ahorita saber cuántos casos leves hay en estimación si lo importante es ver el crecimiento de los casos graves por el riesgo de que se desborde la capacidad hospitalaria en México. Este fue siempre el máximo riesgo de la enfermedad y lo que puede causar que sea muchísimo más letal. Por eso, poco importa ahora saber cuántos casos ambulatorios hay: lo más importante es saber cuántos casos ocuparán una cama en los hospitales COVID, cuánto tiempo la ocuparán y cuántas camas quedan disponibles.

Así, el modelo de vigilancia epidemiológica de la Fase 3 es, más bien, la Red IRAG (Infección Respiratoria Aguda Grave) que sirve para monitorear el total de camas hospitalarias de terapia intensiva y respiradores hay en todo el país.

“A cada fase corresponde un método. La Red IRAG es el método principal que nos permite monitorear cuantos casos, qué características tienen esas personas, en qué momentos ocurren, en qué unidades de salud piden información, si se complican o no, cuántos de los que se complican fallecen, en qué tiempo, etc. Y es esta red de Infección Respiratoria Aguda Grave que nos da, a nivel hospitalario, el monitoreo de ocupación.”, continuó López-Gatell

Cabe señalar que el Modelo de Vigilancia Centinela no es nuevo, se implementó desde 2006 en nuestro país.

“El modelo centinela se estableció en el año de 2006 y se diseñó en 2005. ¿Quién lo diseñó? Un conjunto de expertos de la Organización Panamericana de la Salud y de los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos, entre otros expertos. Se hizo una propuesta oficial con esto y se adoptó no nada más por la Organización Panamericana de la Salud, sino por la Organización Mundial de la Salud.”, explicó López-Gatell.

López-Gatell una vez más recalcó que “no hay manera de parar la epidemia, solo de reducirla”. Es por ello que se vuelven de gran importancia estas mediciones.